Espacio de opinión.
Y como si mencionara el estado del tiempo al pasar, David Grusch dijo: El estudio sobre los Uap podría beneficiarnos en temas como el almacenamiento de energía y pocos escucharon.
por Lic. Pablo E. Alvarez
Esta semana, en las declaraciones de David Grusch, se
expresó: "A medida que avanzamos en este camino, podríamos estar listos
para facilitar un progreso tecnológico extraordinario en un futuro en el que
nuestra civilización supere el estado actual en propulsión, ciencia de
materiales, producción y almacenamiento de energía".
Esta declaración va más allá de ser simplemente una
afirmación más; debemos prestar atención a lo que nos está indicando y lo que
sugiere entre líneas, especialmente en relación con el "almacenamiento de
energía". Parece que esta mención ha pasado desapercibida, y creo que
sería prudente reflexionar seriamente sobre lo que realmente implica.
En la búsqueda constante de soluciones para abordar la
creciente demanda de energía y reducir la huella ambiental, la ingeniería
inversa de tecnología de objetos voladores no identificados (OVNIs) se presenta
como una vía prometedora para catapultar a la humanidad hacia un futuro más
sostenible.
La tecnología avanzada que se presume se encuentra en los
OVNIs representa un tesoro de posibilidades, especialmente en el campo del
almacenamiento de energía. Imaginen la capacidad de almacenar grandes
cantidades de energía de manera eficiente, liberando a la humanidad de las
limitaciones de las fuentes de energía convencionales y proporcionando una
solución crucial para abordar la crisis climática.
Esta nueva comprensión podría desbloquear avances
significativos en la miniaturización de dispositivos de almacenamiento de
energía, permitiendo soluciones más versátiles y móviles para satisfacer las
crecientes demandas de energía de la sociedad moderna.
El impacto ambiental de esta innovación no puede
subestimarse. Con sistemas de almacenamiento de energía más eficientes,
podríamos reducir nuestra dependencia de combustibles fósiles, disminuir las
emisiones de gases de efecto invernadero y acelerar la transición hacia fuentes
de energía renovable. Esto no solo beneficiaría al medio ambiente, sino que
también fortalecería la seguridad energética global y proporcionaría acceso a
energía limpia en regiones actualmente desatendidas.
Además, la aplicación de tecnologías avanzadas derivadas de
OVNIs podría revolucionar sectores clave de la economía, impulsando la
innovación y generando empleos en industrias emergentes. Desde vehículos
eléctricos hasta sistemas de almacenamiento de energía para hogares y ciudades,
las implicaciones son vastas y podrían catalizar una transformación positiva en
la forma en que vivimos y consumimos energía.
Como sociedad, enfrentamos desafíos monumentales en la lucha
contra el cambio climático y la escasez de recursos.
La investigación y aplicación ética de ingeniería inversa en
tecnología de OVNIs podrían ser el catalizador que nos lleve a un mañana más
brillante y sostenible para toda la humanidad.
Pero bueno, sobre las cuestiones éticas y su clara ausencia hablaremos en otro momento.
Los negacionistas
del fenómeno ovni: una especie en extinción
Por Lic.
Pablo E. Álvarez
Ref: Garry Nolan sacude al mundo ufológico confirmando
extrañezas en la pieza que analiza de Ubatuba, muestra del Museo Ovni Victoria,
Argentina.
La noticia que se publicó esta semana y que involucra nada
menos que al científico Gary Nolan y el análisis de los restos de materiales caídos
que están en el Museo Ovni de Victoria, Entre Ríos, Argentina, provocó de
inmediato que recuerde esta especie en extinción: los negacionistas del fenómeno
ovni.
Después de escuchar por años todo tipo de ataques hacia los
restos, las administradoras del museo, el museo en si y los investigadores ovni…
me encantaría saber su opinión a la luz de los hechos.
En pleno siglo XXI,
cuando la ciencia y la tecnología han avanzado a pasos agigantados, y cuando la
evidencia sobre la existencia de objetos voladores no identificados (ovnis) se
ha multiplicado y diversificado, todavía hay quienes se aferran a una postura
irracional y dogmática: la de negar la realidad de este fenómeno y sus
implicaciones para la humanidad.
Los negacionistas
del fenómeno ovni son una especie en extinción, que se resiste a aceptar los
hechos que la ciencia está comprobando en el ámbito ovni. Estos hechos
incluyen:
La desclasificación
de archivos y documentos oficiales por parte de varios gobiernos, que confirman
la existencia de programas secretos de investigación y seguimiento de ovnis,
así como de casos de avistamientos, encuentros e incluso recuperación de materiales
de origen desconocido .
La difusión de
videos e imágenes de ovnis, captados por pilotos militares y civiles, que
muestran objetos con formas, tamaños, velocidades y maniobras que desafían las
leyes de la física y la aerodinámica, y que no pueden ser explicados por
ninguna tecnología humana conocida .
El testimonio de
personalidades influyentes, como políticos, científicos, artistas y
empresarios, que han reconocido públicamente haber tenido contacto o
conocimiento de la existencia de vida extraterrestre, y que han pedido una
mayor transparencia y divulgación sobre este tema .
Ante esta
abrumadora evidencia, los negacionistas del fenómeno ovni recurren a argumentos
falaces, absurdos y ridículos, que solo demuestran su ignorancia, su prejuicio
y su miedo. Algunos de estos argumentos son:
Que los ovnis son
globos meteorológicos, aviones espía, drones, pájaros, insectos, reflejos,
alucinaciones, fraudes o errores de percepción . Estos argumentos ignoran o
descalifican las fuentes, los datos, los análisis y las conclusiones de los
expertos que han estudiado los casos de ovnis, y que han descartado estas
hipótesis convencionales.
Que los ovnis son
parte de una conspiración, una manipulación, una distracción o una amenaza
creada por algún gobierno, organización, empresa o grupo de poder, con fines
políticos, económicos, militares o religiosos . Estos argumentos se basan en
teorías infundadas, sin pruebas ni lógica, que solo buscan generar paranoia,
desconfianza y confusión entre la población.
Que los ovnis son
irrelevantes, insignificantes, improbables o imposibles, y que no merecen la
atención ni el interés de la ciencia, la sociedad o la cultura . Estos
argumentos revelan una actitud arrogante, cerrada, dogmática y conservadora,
que niega la posibilidad de que exista algo más allá de lo que conocemos, y que
se opone al progreso y al conocimiento.
Los negacionistas
del fenómeno ovni son una especie en extinción, que se niega a ver la realidad
que tenemos frente a nuestros ojos, y que se aferra a una visión obsoleta y
limitada del mundo y de nosotros mismos. Son una minoría ruidosa y molesta, que
intenta imponer su opinión y silenciar a los demás. Pero no podrán detener el
avance de la verdad.
El fenómeno ovni es
una realidad, y nos concierne a todos. Es hora de que lo reconozcamos, lo
investiguemos y lo asumamos. Es hora de que dejemos de ser negacionistas, y
pasemos a ser exploradores.
Lic. Pablo E. Álvarez
Esta semana, más precisamente el día 13 de octubre, Luis Elizondo publicaba en X un enigmático mensaje. Analizando lo escrito, como siempre surgen más preguntas que respuestas.
Veamos
primero el mensaje:
“Hola amigos, sólo una actualización rápida para que
tengan en cuenta… por favor, sepan que los esfuerzos en curso están en marcha
que se revelarán a principios o mediados de 2024. A riesgo de que los haters
intenten sabotear nuestros esfuerzos, no puedo ser preciso en este momento.
Pero si han aprendido algo en los últimos 5 años, nunca hago promesas vacías.
Créanme, esto valdrá la pena. Agradecimientos especiales a @ChrisKMellon and
@jaystratton”
Más
allá de la lógica alegría que pudiera provocar el mensaje asegurando una pronta
novedad súper importante, cabe la necesidad de hacerse algunas preguntas y dije
preguntas, porque no abra respuestas. De eso se trata de hacerse preguntas y
estar atentos a las posibles respuestas que pudieran ser deducidas de los
seguramente mensajes publicados por otros referentes del fenómeno en respuesta y
apoyo a Elizondo.
¿Qué
insinúa Elizondo, ese enigmático personaje?
¿Quiénes
se alzan como los "haters" en el ámbito del fenómeno?
¿Qué
sombras conspiran contra la anhelada desclasificación, un objetivo ancestral de
Elizondo?
¿Por
qué la elección de una fecha precisa?
¿Qué
influencia determina su elección?
¿Qué
figuras, además de Elizondo, Mellon y Stratton, están en esta lucha por echar
luz sobre el tema Uap?
Muchas
preguntas y pocas por ahora respuestas.
Debemos
estar atentos a lo que podamos ir leyendo entre líneas de los diferentes
jugadores de este gran partido de ajedrez en donde el ganador será la desclasificación
total o la vuelta al ostracismo.
Lic.
Pablo E. Álvarez
S.30092023
La Creencia Religiosa en la Demonización de los OVNIs y su Impacto en la Investigación Científica
Esta semana nos desayunamos con la noticia que comandantes del Pentágono de los EEUU han frenado investigaciones acerca del fenómeno Ovni porque temían que estos fueran “demonios”… veamos esto un poco más en profundidad.
En la búsqueda de comprender el fenómeno de los Objetos Voladores No Identificados (OVNIs), uno de los obstáculos que ha persistido a lo largo del tiempo es la creencia arraigada en algunas personas religiosas de que estos objetos son demonios o manifestaciones malignas. Esta perspectiva, enraizada en las tradiciones religiosas, ha generado resistencia hacia la investigación ovni oficial y ha contribuido a un estancamiento en la búsqueda de la verdad detrás de estos avistamientos. En este ensayo, exploraremos las razones detrás de esta creencia, su anacronismo en la sociedad actual y su potencial impacto en la investigación científica del fenómeno OVNI.
Las creencias religiosas y la demonización de los OVNIs
La creencia de que los OVNIs son demonios o manifestaciones malignas se basa en interpretaciones religiosas particulares de los avistamientos inexplicables en el cielo. Algunas personas religiosas consideran que los OVNIs son contrapartes del mal en el mundo, y esta perspectiva se sustenta en escrituras y doctrinas religiosas que describen seres malignos o demonios que se manifiestan de diversas maneras para influir en la humanidad.
Resistencia a la investigación ovni oficial
La creencia en la naturaleza demoníaca de los OVNIs ha llevado a una resistencia férrea hacia cualquier forma de investigación oficial sobre el fenómeno. Aquellos que sostienen estas creencias a menudo consideran que investigar los OVNIs equivale a interactuar con el mal y pueden temer consecuencias espirituales negativas. Esto ha llevado a la marginación de la investigación científica y gubernamental en torno a los OVNIs.
Anacronismo en la sociedad actual
Estas creencias tienen sus raíces en épocas anteriores, particularmente en la Edad Media, cuando las explicaciones sobrenaturales se utilizaban para dar sentido a fenómenos inexplicables. En la era moderna, la ciencia ha avanzado significativamente, y hemos desarrollado métodos rigurosos para investigar y comprender el mundo que nos rodea. Sin embargo, estas creencias anacrónicas persisten, a pesar de que la evidencia científica ha refutado muchas de las explicaciones sobrenaturales para los OVNIs.
Impacto en la investigación científica
La creencia en la demonización de los OVNIs no solo ha llevado a la oposición a la investigación oficial, sino que también ha influido en la percepción pública del fenómeno. Los líderes políticos y aquellos con influencia en la toma de decisiones pueden verse afectados por estas creencias, lo que puede traducirse en una falta de financiamiento y apoyo para la investigación científica seria sobre los OVNIs. Esto atenta contra la búsqueda de la verdad detrás de los avistamientos y obstaculiza el progreso en el campo.
Un ejemplo de una creencia basada en escrituras bíblicas sobre cosas que eran consideradas demonios en el pasado y que hoy la ciencia ha proporcionado explicaciones racionales es la epilepsia. En la Biblia, en el Nuevo Testamento, en el libro de Mateo 17:14-18, se relata un pasaje en el que Jesús expulsa un espíritu maligno de un joven que sufría convulsiones. Aquí está el pasaje:
"Y cuando llegaron a la multitud, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 'Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es lunático y está muy mal; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no lo pudieron sanar.' Respondiendo Jesús, dijo: '¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.' Y Jesús reprendió al demonio, y salió de él; y el muchacho quedó sano desde aquella hora."
En aquel tiempo, la epilepsia y otras condiciones médicas que involucraban convulsiones a menudo se atribuían a posesiones demoníacas o influencias malignas, ya que la comprensión científica de estas condiciones era limitada. Sin embargo, hoy en día, gracias al avance de la medicina y la neurociencia, sabemos que la epilepsia es una enfermedad neurológica caracterizada por la actividad eléctrica anormal en el cerebro, y tiene causas y tratamientos médicos bien definidos. Las convulsiones no se atribuyen a la posesión demoníaca, sino que se entienden como manifestaciones de la actividad cerebral anormal.
Este ejemplo ilustra cómo la ciencia ha proporcionado explicaciones racionales para fenómenos que anteriormente se atribuían a creencias religiosas o supersticiones, ayudando a separar la comprensión de las enfermedades y condiciones médicas de las creencias espirituales.
En síntesis
La creencia en la demonización de los OVNIs por parte de algunas personas religiosas representa un desafío significativo para la investigación científica del fenómeno. Estas creencias, arraigadas en la historia y la religión, han quedado en el pasado y no tienen cabida en la sociedad científica y moderna. Para avanzar en la comprensión de los OVNIs, es crucial separar las creencias religiosas de la investigación objetiva y permitir que la ciencia siga su curso, sin obstáculos causados por creencias que están desfasadas en el tiempo y que pueden ser perjudiciales para el progreso humano.
Lic. Pablo Eduardo Álvarez
S.23092023
Desclasificación de videos (infantiles) por parte de la Policía
de Aduanas y Fronteras de EEUU
Esta semana nos sorprendió una nueva liberación de 10 videos
a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA) por parte de la Policía de
Aduanas y Fronteras de Estados Unidos. En un principio, esta noticia fue bien
recibida, pero al analizar los videos, nos encontramos con una mezcla de
frustración y desencanto, junto con un cierto aire de gato encerrado…
En primer lugar, la desclasificación carece de información
crucial. No sabemos quiénes solicitaron la desclasificación, bajo qué
circunstancias se filmaron los videos, por qué se sospecha de ellos y si han
sido sometidos a algún análisis, y, en ese caso, quién lo realizó y cuáles
fueron las conclusiones. En general, los videos parecen mostrar objetos que
podrían ser fácilmente identificables por cualquier observador con un mínimo
conocimiento de objetos en vuelo, como globos, aves, drones e incluso un ultraligero.
La pregunta que debemos plantearnos es por qué se publicaron
estos videos en este momento y por qué su contenido parece trivial. Justo una
semana antes de esta desclasificación, la NASA presentó un informe sobre
Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPs), confirmando lo que muchos ya sabían:
que hay objetos voladores no identificados en nuestros cielos que requieren
estudio y análisis. Y eso es todo.
Sin embargo, ¿y si consideramos la posibilidad de que esta
desclasificación sea otro intento de mantener en secreto el estudio de estos
fenómenos?
Durante 70 años, quienes investigaron este tema fueron
objeto de burlas y estigmatización. Este estigma cumplió su propósito al
mantener a las agencias gubernamentales y grupos secretos en la sombra,
alejando a los curiosos investigadores. Hoy, las agencias gubernamentales,
incluida la NASA, han declarado que es hora de poner fin a este estigma y
alientan a los ciudadanos y pilotos a informar sobre sus experiencias o
avistamientos.
¿Pero y si estos videos son solo una distracción? ¿Y si no
tienen el propósito de revelar nada clasificado bajo estudio? Podrían ser una
forma de calmar el deseo de desclasificación oficial y alejar la atención de
los que reclaman transparencia.
El tiempo revelará si esta es una posibilidad válida.
Debemos mantenernos alerta y no distraernos con videos que no aportan
información significativa. Debemos seguir exigiendo información,
desclasificaciones, materiales e investigaciones reales en nuestra búsqueda de
la verdad detrás de estos fenómenos, sin importar cuál sea esa verdad.
Lic. Pablo Eduardo Álvarez
S.16092023
¡Semana de sorpresas y avances en el misterioso mundo de los
OVNIs!
En una serie de eventos que mantuvieron a todos con la mirada en el cielo, la semana pasada se destacó por su impacto en la investigación de fenómenos aéreos no identificados. Dos eventos cruciales y un giro inesperado que rozó el bochorno y lo bizarro mantuvieron a la comunidad intrigada y entusiasmada.
El punto de partida fue el 12 de este mes, cuando el
Congreso de México se convirtió en el escenario de una audiencia pública sin
precedentes. Representantes de varios países, incluyendo Argentina, Japón,
Brasil, Perú, México, Francia y Estados Unidos, se reunieron para abordar un
tema que ha estado rondando los cielos: la seguridad aérea en relación con los
OVNIs.
El enfoque principal de la audiencia fue la necesidad
imperiosa de contar con el respaldo gubernamental o civiles para que los
pilotos, tanto civiles como comerciales y militares, puedan informar sus encuentros
con estos objetos voladores no identificados. La idea es crear un espacio
anónimo y objetivo para presentar estos informes, que serán posteriormente
investigados y analizados para formar una base de datos que fortalezca la
seguridad aérea frente a la presencia de lo que algunos llaman "FANI"
(Fenómenos Aéreos No Identificados).
Las presentaciones brillantes de destacados expertos como
Andrea Pérez Simondini, representante de ALAS América Latina por Seguridad
Aérea, y el ex piloto estadounidense Ryan Graves, marcaban un paso
significativo hacia el reconocimiento y el abordaje serio de este enigma aéreo.
Sin embargo, un acto cargado de sensacionalismo amenazó con empañar estos
avances cuando el organizador del evento decidió exhibir supuestos cuerpos
disecados de seres de origen no humano. Afortunadamente, la comunidad
científica pudo separar este episodio de las discusiones legítimas sobre
seguridad aérea y avistamientos de OVNIs. (si querés leer más acerca del bochorno, a posterior de esta nota escribí algo al respecto).
Por otro lado, el 14 de este mes, la NASA finalmente reveló
su muy esperado informe sobre el fenómeno de los OVNIs. Bajo la dirección de su
director, Bill Nelson, esta institución líder en la exploración del universo
reconoció que estos fenómenos son reales, están ahí afuera, pero aún no podemos
afirmar con certeza su origen. De hecho, la NASA fue enfática en que no se
puede concluir que estos objetos son de origen extraterrestre. Aunque
obviamente ante la falta de estudios no se puede descartar ninguna hipótesis.
La importancia que la NASA asigna a este fenómeno se hizo
evidente cuando su director lo calificó como uno de los mayores misterios de la
humanidad. Como respuesta a este enigma, la NASA anunció la creación de una
agencia u oficina especializada en la investigación de OVNIs, dependiente de la
institución, que trabajará en estrecha colaboración con otras agencias e
incluso con denuncias proporcionados por la ciudadanía.
Estos dos eventos, sin lugar a dudas, representan pasos
significativos hacia el entendimiento y la búsqueda de la verdad detrás de los
enigmáticos Fenómenos Aéreos No Identificados.
El mundo está un paso más cerca de desvelar los secretos que
se ocultan en nuestros cielos.
Lic. Pablo Eduardo Álvarez
S.09092023
Preparémonos, queridos amigos, para entonar con fervor este emocionante canto grupal:
"A guardar, a guardar cada cosa en su
lugar…", porque, claramente, no hay nada más emocionante que un himno
sobre el orden y la organización en medio del caos.
Ahora, tomemos un breve descanso en este festín intelectual que pretendo escribir para deleitarnos con un repertorio de expresiones que, en teoría, rozan la vulgaridad, aunque, sinceramente grafican muy bien el accionar de cierto periodista mexicano y su “tacto” a la hora de ubicar el papel higiénico en la cocina y el pollo recién horneado sobre el inodoro del baño. En ocasiones como esta, ¿por qué no sucumbir a la tentación de titular nuestra obra maestra como "más desubicado que un chupete en la cola"?
Ahora, transportémonos a ese escenario casi cinematográfico: una reunión en la Cámara de Diputados de México, donde un grupo de investigadores de todas partes del mundo (Argentina, Francia, México, Brasil, Japón y EEUU) se reúne para discutir temas de trascendental importancia, como la seguridad aeroespacial y los encuentros anómalos de pilotos y fuerzas de seguridad en los cielos. ¡Es indudablemente una cumbre que cambiará el destino de la humanidad! Pero, oh, la sorpresa, el organizador del evento, ese ser magnífico que ha logrado unir a científicos, investigadores y el gobierno, decide que este es el momento ideal para sacar a relucir dos supuestas momias, también supuestamente no humanas, supuestamente también estudiadas por renombrados laboratorios que, según él, compartieron picnic con nuestros antepasados hace un milenio. ¡Qué genio!
Y así, con un ego más grande que el Titanic, este individuo pone
en riesgo todos los esfuerzos de aquellos que han dedicado su tiempo a asuntos
tan frívolos como la seguridad en el espacio aéreo. ¿Quién necesita hablar de
aviones seguros cuando puedes entretener al público con figuras de yeso y, de
paso, intentar llenar sus bolsillos de verdes billetes? Después de todo, ¿Quién necesita una reunión de expertos científicos e investigadores cuando tienes
momias de feria y podes sacarte selfies junto a ellas?
Ni Cantinflas se hubiera animado a tanto.
Pero, gracias a los defensores del sentido común y el trabajo serio, el auténtico propósito del evento logra sobrevivir a este naufragio en el mar de charlatanería y a la lluvia de papel picado.
El llamado a la atención y la necesidad de abordar
seriamente las situaciones que enfrentan nuestros pilotos continúa resonando
alto. El camino hacia una seguridad aeroespacial más elevada avanza con paso
firme y objetivos claros. Por supuesto, queda creo bien claro quién está
impulsando la carreta hacia ese objetivo común y quién está actuando como el
bufón de la corte, tentando al rey a enviarlo a la guillotina.
Y si en algún momento, querido amigo periodista y latinoamericano, te sientes perdido en la búsqueda de un lugar adecuado para estas "maravillas" presentadas, siempre puedes contar con la amable acogida de un generoso tacho de basura.
Después de todo, es el hogar natural de tales prodigios.
Con todo mi sarcasmo y afecto,
Lic. Pablo E. Álvarez
S.09092023
¿Seguiremos
anteponiendo prejuicios personales o nos vamos a poner a trabajar en serio?
Esta
semana, el 12 de setiembre, el Parlamento de México llevará a cabo una
audiencia pública para abordar el tema de los fenómenos aéreos anómalos que
ocurren en los cielos de dicho país. La intención es plantear la necesidad de
establecer acciones y protocolos que permitan responder a la presencia de
objetos voladores no identificados que, al ingresar en el espacio aéreo de
México, podrían representar una amenaza para la seguridad aérea, los pilotos,
las tripulaciones y los pasajeros de aviones, tanto militares como civiles o
comerciales.
Esta
propuesta se suma a una audiencia pública previamente realizada en el Congreso
de los Estados Unidos, donde, además de tratar estos temas, se presentaron
denuncias de ex agentes o miembros de las fuerzas militares que afirmaron tener
conocimiento de la existencia de agencias secretas de investigación de
fenómenos ovni. Estas agencias, según las declaraciones, poseerían restos
recuperados de tecnología no humana y material biológico no humano.
Es
interesante observar cómo la cuestión del reconocimiento de este fenómeno y su
impacto en la seguridad aérea ha comenzado a considerarse como una necesidad
que requiere atención y la implementación de planes de acción a nivel
gubernamental. Lamentablemente, en Argentina, las cosas parecen enfocarse de
manera diferente, impulsadas por intereses personales que buscan desacreditar a
cualquier persona relacionada con la investigación de estos eventos.
Por
ejemplo, en respuesta a ciertas denuncias, nunca se consideró la posibilidad de
riesgos para la seguridad aérea nacional, y en su lugar se optó por
desacreditar a investigadores y denuncias. Para ilustrar este punto, recordemos
dos eventos que fueron subestimados, a pesar de las denuncias de testigos,
incluyendo pilotos altamente calificados con miles de horas de vuelo en
aeronaves comerciales, civiles y militares.
El
caso de Bariloche en 1995, donde dos aeronaves tuvieron que realizar maniobras
de escape y emergencia debido a la imposibilidad de aterrizar en la ciudad
mencionada, nunca fue examinado desde una perspectiva de seguridad nacional. La
comisión gubernamental (CIAE) dependiente de la Fuerza Aérea y el Ministerio de
Defensa pasó por alto la denuncia de las dos tripulaciones e intentó justificar
el evento, atribuyéndolo a un farol trazador de cielos. Las preocupaciones
relacionadas con la seguridad aérea nunca se tuvieron en cuenta.
El
otro caso denunciado tampoco se consideró potencialmente peligroso; de hecho,
la denuncia fue aceptada y luego destruida en un intento por eliminar archivos
y denuncias que indiquen la presencia de algo que desconocemos en el aire.
Afortunadamente, se realizó una copia antes de que se destruyera y se entregó a
la Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA),
que se dedica a la desclasificación de archivos relacionados con la
participación gubernamental en la investigación de este fenómeno. El caso en
cuestión fue denunciado por el experimentado piloto Pablo Ducau en noviembre de
2011, cuando fue acompañado por un objeto luminoso que realizó maniobras
imposibles para la tecnología humana en las cercanías de su aeronave.
Es
así como en otros países, la preocupación por la seguridad aumenta, las
audiencias se llevan a cabo y se planean protocolos de acción frente a estas
situaciones. Mientras tanto, en Argentina, seguimos delegando la
responsabilidad de investigar estas cuestiones de seguridad y los fenómenos
ovni en un centro (CIAE) que, a pesar de no tener un objetivo declarado de
estudio y análisis de estos asuntos, sigue haciéndolo de manera inadecuada, con
prejuicios personales y seleccionando casos, en su mayoría relacionados con
anomalías visuales en lugar de eventos importantes reportados por pilotos en los
medios. Los comentarios que aparecen en algunas notas periodísticas que realiza
su director, aunque no se encuentran escritos en documentos oficiales, tienen
implicaciones serias, ya que sugieren una falta de confianza en la capacitación
de los pilotos de nuestro país. Recordemos que estas notas las da un
funcionario público que aunque sea en el ámbito de una nota periodística no
deja de ser una declaración oficial.
Continuaremos
esperando y trabajando para destacar la necesidad de abordar estas cuestiones
de manera seria, no solo en un centro que carece de claridad en su misión, sino
en nuestro Congreso Nacional, donde los diputados y senadores pueden establecer
una respuesta adecuada a estas cuestiones, dejando de lado intereses personales
y prejuicios obsoletos.
Es hora
de ponerse los pantalones largos y tomar el toro por las astas.
Lic.
Pablo E. Álvarez
S.02092023
Se presentó ALAS
El evento comenzó con una profunda exploración del fenómeno
y sus características transmedias. Se destacó la necesidad apremiante de
promover la interacción entre la comunidad de investigación civil y el gobierno
argentino, y se expuso la situación
global en relación con este tema y sus implicaciones políticas. La agenda
internacional, el papel de Estados Unidos, el Pentágono y la NASA también
fueron objeto de análisis y debate.
Después de estas exposiciones iniciales, el piloto civil
argentino Pablo Ducau, quien lidera la agrupación ALAS, compartió su propia
experiencia con el fenómeno OVNI. En su apasionante discurso, explicó los
motivos detrás de la formación de ALAS, detallando sus objetivos, visión,
misión y valores. Además, Ducau delineó el papel que la organización ALAS se
propone desempeñar en el abordaje del fenómeno OVNI y la seguridad aérea de los
pilotos.
ALAS ha surgido como una respuesta a la falta de atención
por parte de los gobiernos de la región en este tema. La organización se presenta
como un espacio seguro y libre donde los pilotos pueden denunciar sus
encuentros en vuelo con el fenómeno OVNI, sin temor a represalias. Su objetivo
principal es contribuir a lograr la máxima seguridad aérea posible,
especialmente ante la presencia de un nuevo actor en los cielos de nuestros
países: el enigmático fenómeno OVNI.
S.20082023
¿Se avecina un apocalipsis para 2027?
El papel de los OVNIs en esta teoría
En la actualidad, resurgen con fuerza las especulaciones
acerca de un posible fin del mundo en el año 2027 y su relación con los
avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNIs). Esta noción
apocalíptica, que ha estado presente en la historia en varias ocasiones, se
está reavivando a través de diversos círculos, especialmente en aquellos
vinculados al estudio de los OVNIs.
A lo largo de la historia, se han citado numerosas ocasiones y diversas fuentes que pronosticaban fechas apocalípticas, desde la famosa fecha del 2012 de los Mayas hasta las supuestas predicciones de Nostradamus, muchas de las cuales quedaron en el olvido. En este contexto, surge con renovado vigor la posibilidad de que el año 2027 sea un nuevo umbral para la humanidad. Este concepto gana prominencia particularmente dentro del campo de la ufología.
Esta nueva perspectiva se alimenta por múltiples factores. Por un lado, se encuentra la creciente preocupación por el cambio climático y su potencial para causar la extinción total o parcial de la vida en la Tierra. Por otro lado, se suman las advertencias provenientes de contactados, escritores, investigadores de OVNIs e incluso ex agentes de servicios secretos de Estados Unidos que, según se dice, estuvieron involucrados en investigaciones secretas sobre este fenómeno. Además, existe la constante posibilidad de un evento catastrófico como el impacto de un asteroide o un planeta errante, que podría liberar una cantidad colosal de energía y ocasionar la extinción masiva de formas de vida.
Independientemente de la fecha en que la humanidad llegue a su fin en la Tierra, resulta intrigante explorar la perspectiva proveniente de un ex agente de la CIA de Estados Unidos, quien estuvo vinculado al estudio de los OVNIs. Aunque este individuo nunca ha proporcionado una fecha precisa ni una conexión directa con el fenómeno (al menos al 100 x ciento), sus declaraciones permiten vislumbrar posibles escenarios.
A partir del año 2021, John Ramírez, quien se desempeñó durante 25 años en la CIA, ha compartido información veraz acerca de los estudios de OVNIs en los que participó a lo largo de su carrera. Ramírez, retirado de la CIA y especializado en sistemas de defensa contra misiles balísticos, ocupó diversos cargos en la agencia desde 1984 hasta 2009, incluyendo la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, la Dirección de Ciencia y Tecnología, y la Dirección de Inteligencia. Su posición de grado GS-15 indica que tuvo un papel relevante dentro de la agencia.
En una entrevista realizada en el podcast "UFO" conducido por Martin Wills, entre otras apariciones en redes sociales y programas periodísticos dedicados al fenómeno, Ramírez afirmó que el gobierno de Estados Unidos tiene conocimiento de un evento inminente para el 2027 que revelará algo de gran importancia, por lo que la sociedad se está preparando para ello.
Dijo textual: “Creo que el diálogo que tenemos ahora en este país, incluso con la reciente legislación que pasó por la legislatura y está de camino a la mesa del presidente, está preparando a la población estadounidense, y por extensión a la población mundial, para la realidad de que hay una presencia aquí que tenemos que explicar. Si aparecen y seguimos haciendo lo mismo que en décadas anteriores, cundirá el pánico. Sin embargo, si entendemos que son reales y que tenemos cinco años a partir de 2022, o quizás ahora cuatro años, si vienen en 2027, para que el gobierno estadounidense prepare a la gente sobre lo que hay ahí arriba. En muchos sentidos, creo que en el gobierno se ha corrido la voz de que aparecerán en 2027, y más vale que estemos preparados. Si no, tendremos que dar muchas explicaciones. Por lo tanto, creo que el diálogo se ha producido dentro de ciertas áreas dentro del gobierno, que tenemos que prepararnos. Es por eso que en 2017, se marcó un reloj de 10 años, y por esa razón Lou Elizondo a principios de este año dijo: ‘Sólo tiene que encontrar un pasatiempo durante cinco años, y todo va a estar fuera en cinco años’. He escuchado 2027 de forma oficial, y no puedo revelarlo, así que diría que la gente del gobierno es consciente de que algo está pasando, y hay un tiempo limitado, unos pocos años más para preparar a la gente. Eso es lo que está envolviendo esta aceleración desde las siete décadas anteriores en las que ni siquiera se reconocía hasta ahora en que se reconoce a un ritmo cada vez más rápido…”
¿Qué plantea Ramírez en sus dichos? ¿Quizás una hipotética fecha límite para la supervivencia de la humanidad? ¿Un evento vinculado a una invasión extraterrestre? ¿La revelación de una verdad oculta por años? ¿Un escenario en el cual se desmoronan todas nuestras percepciones y creencias de la realidad? ¿Una intervención de seres de otros planetas en momentos cruciales para la humanidad? Podríamos dedicar horas a explorar y debatir diversos escenarios.
En efecto, estas afirmaciones entran en un diálogo ineludible con las advertencias del escritor e investigador J.J. Benítez, tal y como las expone en su libro "GOG", y con los mensajes transmitidos por aquellos denominados "contactados". Estos mensajes anuncian la aproximación de un suceso de gran envergadura, el cual constituirá la prueba más monumental a la que la humanidad se haya enfrentado jamás.
La pregunta que emerge es: ¿Cómo debemos responder ante una advertencia de tal magnitud, que en esta ocasión no surge de la interpretación de una antigua pictografía o un poema centenario, sino de alguien que aparentemente cuenta con información confiable tanto en contenido como en fuentes?
Esperar y proseguir con la investigación del fenómeno se presenta como una alternativa razonable, al menos desde mi perspectiva. Al fin y al cabo, aquí se pueden dar dos escenarios: uno, que no suceda nada y la Tierra continúe su curso hasta la próxima fecha apocalíptica, o dos, en caso de que ocurra algo, nos convertiremos en protagonistas del acontecimiento histórico más trascendental en la historia de la humanidad. Ojalá logremos sobrevivir ilesos y tengamos la oportunidad de compartir nuestras vivencias con las generaciones venideras.
¿Y tú posición frente al 2027 cuál es?
S.01082023
Bariloche no da descanso...
Se informó que múltiples testigos, incluyendo personal aeroportuario y pilotos de dos aerolíneas comerciales, han reportado haber presenciado anomalías en los cielos argentinos. Uno de los relatos más destacados habla sobre un supuesto cruce de tráfico aéreo no identificado justo frente a una de las aeronaves. Es importante separar estas denuncias en dos categorías: el incidente del objeto no identificado cruzando frente a la aeronave y la observación de luces con comportamientos inusuales cerca del horizonte, en dirección cardinal Este.
La cobertura mediática de estos avistamientos ha tendido a vincularlos directamente con la presencia de objetos voladores no identificados, quizás influenciada por las recientes noticias sobre la audiencia pública en el Parlamento de los Estados Unidos en relación a la posesión de artefactos y material biológico de origen desconocido.
Independientemente de los resultados que arrojen los análisis en curso por parte de diversos grupos de investigación civiles, es esencial subrayar la importancia de fomentar una investigación rigurosa y fundamentada en lugar de apoyar especulaciones infundadas sobre origen extraterrestre. Afortunadamente, parece que se está llevando a cabo una investigación seria y responsable antes de emitir conclusiones precipitadas.
Vale la pena señalar que resulta lamentable la falta de comunicación oficial desde las instituciones y las personas encargadas de esclarecer este tipo de cuestiones a la sociedad. La presencia de estos individuos en programas televisivos (a título personal, reitero, sin carácter oficial) argumentando el caso de manera inapropiada, basándose en analogías con casos previos y supuestas similitudes, no sigue un enfoque científico válido. Cada caso debe ser analizado de manera independiente; no se puede aplicar el razonamiento de "este caso se parece a aquel, por lo tanto, debe tener la misma explicación".
En relación al testimonio de uno de los pilotos sobre el objeto que cruzó frente a su aeronave, no ha emitido una opinión al respecto. Asimismo, no se ha proporcionado una evaluación detallada de los comentarios de los testigos en relación a los movimientos, colores, posiciones, etc. Es evidente que la investigación se encuentra incompleta, basada únicamente en la observación de un video capturado con un teléfono móvil y sin prestar suficiente atención a los testimonios de individuos que pasan gran parte de su tiempo observando los cielos y volando en ellos.
En resumen, este avistamiento resalta nuevamente las diferencias entre aquellos que buscan una explicación científica de los hechos y aquellos que simplemente desean negar la existencia del fenómeno. Incluso ante la posibilidad de que este caso involucre una intrusión en nuestro espacio aéreo con riesgos potenciales para pilotos, tripulación y pasajeros, es esencial mantener un enfoque fundamentado y científico en la investigación en curso.
Esperemos que pronto vengan tiempos mejores, mientras tanto,
los grupos civiles seguimos buscando la verdad y desde lo institucional se
hacen los sordos.
Nota periodística de referencia:
S.24072023
Después de una semana que se
revelaría como una de las más impactantes de los últimos 70 años, esta nueva
semana emergió una noticia que capturó la atención de todos. Como consecuencia
de los dichos en la audiencia pública del 26 del mes pasado (y lo dicho en
NewsNation) el foco estos días está puesto en el Vaticano.
David Grusch, quien posiblemente se haya convertido en el protagonista del año en el fenómeno ovni, afirmó que Estados Unidos ha estado al tanto de la existencia de ovnis desde 1930, cuando el Papa Pío XII fue informado que una nave de origen no humano se estrelló en territorio italiano durante el gobierno de Mussolini. Según Grusch, los militares italianos recuperaron la nave y, tras la caída del régimen de Mussolini, fue trasladada a Estados Unidos. "Ciertamente, el Vaticano posee conocimiento sobre los ovnis", aseguró.
Más allá de la noticia en sí
misma, me gustaría reflexionar sobre la postura que el Vaticano podría adoptar
de ahora en adelante. Para las autoridades del Vaticano, el tema de la vida
inteligente en otros rincones del Universo representa, al menos, una cuestión
incómoda. Aunque el padre jesuita José Funes, exdirector del Observatorio del
Vaticano, expresó en varias entrevistas que la existencia de vida inteligente
en otros planetas no supone un obstáculo para la fe, pues Dios pudo haber creado
diversas criaturas en todo el vasto Universo, la realidad es que esta idea
puede resultar un tanto desconcertante para algunos.
¿Cuál será la postura del
Vaticano a partir de ahora? Probablemente, el silencio. No espero que, por
propia iniciativa, abran los archivos secretos de ovnis (si es que los tienen).
Hacerlo sería admitir haber ocultado descaradamente la verdad al mundo, a los
fieles creyentes y a los no creyentes, lo cual tendría un impacto devastador en
la imagen de la institución.
Dada su posición como
representantes de millones de fieles, es comprensible que prefieran esperar una
confirmación científica sobre la existencia de vida extraterrestre antes de
tomar cualquier postura oficial. Repetirían el mensaje que la fe y la
existencia de otros seres no son conflictivas y mantendrían celosamente
resguardada la información bajo llave. Incluso, la posibilidad de destruir esos
archivos en algún momento podría considerarse, con el fin de evitar futuros
escándalos y explicaciones incómodas que solo empeorarían aún más la ya
debilitada imagen de la institución.
En resumen, no esperemos ninguna
revelación por parte del Vaticano en el corto plazo. Optarán por la cautela y
la reserva, hasta que la ciencia o los acontecimientos externos dicten un nuevo
rumbo en esta intrigante y misteriosa historia de los ovnis.